¿Cómo motivarte a empezar una vida Fitness?

Muchas veces vemos nuestras vidas y nos preguntamos ¿qué hemos hecho?, nos ponemos a pensar en qué es lo que queremos y debemos hacer para cambiarla, pero no va más allá de eso. Se nos pasa el tiempo reflexionando y buscando soluciones, sin embargo, nunca llegamos a efectuar alguna de ellas, siempre colocamos una excusa para postergar u omitir acciones, lo cual evita que logremos  cambios que sabemos son necesarios.

De las principales excusas que usamos comúnmente son: salgo cansado del trabajo o Universidad, llego a casa a compartir tiempo con mi familia (viendo televisión acostados en una cama y sin interacción humana)... el perro, los niños, las tareas, fue un día duro, el próximo mes empiezo, etc… y así podría listar infinitas cosas que decimos o hacemos al momento de querer cambios en la vida y que sirven para justificar nuestra pereza y falta de persistencia.
Ocurre en ocasiones que superamos muchas de nuestras excusas y estamos al borde de empezar un cambio, nos sentimos listos, queremos hacerlo, dejamos los pretextos de lado, pero de repente nos estrellamos con un muro: "bueno, ¿y ahora cómo empiezo?". Intentamos trepar ese muro de ladrillo construido de 2x2 metros, muchas veces sin lograr superarlo; a veces no logramos subir mucho, otras veces asomamos la cabeza y vemos el maravilloso mundo que está pasando el muro, pero se nos acaban las fuerzas y caemos, luego se vuelve la experiencia más aterradora, resultamos con dolor en todo el cuerpo, podemos llegar a sentirnos más cansados que antes de empezar, entonces nuestra mente nos dice “no vuelvo a hacerlo”, o nos justificamos ”lo intenté y estaba mejor antes” o ”lo intenté y es imposible de lograr”, o yo que sé, cada uno es experto sacando excusas.

"Con tiempo y entrenamiento no habrá muro que te detenga para ser libre y hacer lo que quieres."

Esta experiencia frustrante y dolorosa se puede evitar si desde un principio en vez de trepar el muro lo rodeamos o buscamos el mejor camino para superarlo con el fin de encontrarnos con ese maravilloso mundo que está más allá y el cual queremos mostrarte. La moraleja de este muro nos permite crear conciencia de las consecuencias de llevar una vida sedentaria; el cuerpo pasa factura, si lo no lo cuidamos en un futuro no nos permitirá hacer gran cosa tengamos la motivación que tengamos. Con esto se quiere llegar a que además de la fuerte motivación hay que preparar nuestro cuerpo progresivamente (sin afanes y con persistencia) para lograr un gran cambio.
Tristemente, una de las principales razones por las que la gente empieza a hacer ejercicio es “bajar de peso” (lo cual no creemos sea erróneo), pero a lo que queremos llegar es que someten al cuerpo a condiciones extremas sin precauciones, por el afán de lograr algo en poco tiempo y duras sesiones de ejercicio, quizá sin haber estirado antes o comido las raciones adecuadas, lo cual resulta gravísimo y puede ser peor que lo que se quiera lograr, ya que en lo primero que se debe pensar es en nuestro CORAZÓN, ¡sí! ese órgano de naturaleza muscular, común a todos los vertebrados y a muchos invertebrados, que actúa como impulsor de la sangre y que en el hombre está situado en la cavidad torácica, aquél que da vida y que no cuidamos, que según la OMS hasta hoy ha matado a más de 20 millones de personas, pero bueno, no nos desviemos...

Adecuar y entrenar en función de fortalecer nuestro corazón es lo más importante para lograr un excelente inicio a un cambio de estilo de vida, ¿cómo podemos hacerlo?, caminando más, tomando agua, respirando, evitando el estrés, cambiando nuestra alimentación, comiendo más frutas y menos chatarra, lo que se conoce como adoptar una vida “fitness”. Un ejemplo de cómo puedes caminar más en las jornadas, es bajandote unas cuadras antes de llegar a tu destino, muchas veces hay trancones interminables y nos aguantamos 20 o 30 minutos de trancón estando a unas 5 o 10 cuadras del trabajo, sólo porque el transporte nos deja en la puerta del edificio o lo más cerca posible… en vez de eso, si ves que estás cerca y conoces el lugar, bajarse y disfrutar de un espacio consigo mismo, caminar unas 5 cuadras y ahorrarse el trancón, que implica no tener que tener esa tensión de “pensar”, y se genera cuando el cuerpo está estático, el tiempo pasa, no se avanza, sentir que llegará tarde y por si fuera poco aguantar la tensión y estrés del resto de las personas; en cambio, caminando tendrás mejor aire, tiempo para tí, activarás el cuerpo y sentirás más energía, liberarás estrés y generarás endorfinas, llegarás con una sonrisa a tu destino y es una energía que se contagiará y durará una buena parte del día.

Son pequeñas acciones como esas en cuanto al ejercicio, u otras como cambiar tu alimentación, disminuir a las cantidades o eliminar lo que no sirve, que permiten empezar a lograr un cambio en tu vida, luego de comprobar que eso es posible, puedes analizar en tus actividades durante el día, qué puedes hacer diferente para lograr un cambio e ir avanzando, o usar las excusas a tu favor, para sacarle una excusa a la pereza y decidir salir adelante, es un ejercicio de autoconocimiento, y de conciencia, que además de lograr cambios en los hábitos, permite un crecimiento en la actividad cerebral y la actitud mental con la que afrontas el día a día. Habiendo dicho esto ¿hoy... cuál es tu excusa?.

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